domingo, 7 de abril de 2013

"Adiós al Miedo Nocturno"


Miedo  a la Oscuridad

El miedo es una reacción natural del ser humano. Se intensifica cuando los pensamientos aumentan la sensación con sucesos que aún no ocurren, poniendo en la mente escenas irreales, provocando en el menor una tensión sobre exaltada. 

Este tipo de elementos de ven mayormente reflejado durante el sueño sobre todo en niños de 3 a 9 años, el factor principal son las reacciones secundarias ante este acontecimiento, como lo son: alucinaciones, insomnio, subestima, miedos, incontinencia urinaria y otras manifestaciones donde no se tiene control sobre el cuerpo.
Cuando el niño presenta este tipo de cuadros psicológicos repetidamente, se estaría creando una conducta inestable en la psiquis que si no es manejada adecuadamente puede desarrollarse en alguna fobia o patología que sean parte del individuo.
Si tienes un caso similar o te ha ocurrido es necesario tener en cuenta que estos miedos son causantes de una forma de vida no acorde a las necesidades del niño; el cómo detectarlas, pero sobre todo terminarlas, está en el proceso de aceptación y autoestima, entonces reforzando estas vías de acción se podrá terminar con las manifestaciones de una vez por todas.
Recuerda que los niños le temen a todo aquello que desconoce, realiza con él distintos tipos de ejercicios antes de acostarse, por ejemplo; en vez de estar viendo programas violentos por televisión, es aconsejable leerle un cuento con temática alegre y sutil, esto desaparece el estrés que es el causante principal de los pensamientos negativos.

También es recomendable salir a realizar algún tipo de deporte en familia, el sentirse protegido ante algún evento es bueno, aunque es mejor cuando el menor tiene herramientas suficientes para valerse por sí mismo, desarrollándose en algún deporte que le dé confianza tendrá repercusión en su autoestima, lo que es muy bueno para su desenvolvimiento ante los demás.

 Si el niño repite más de 3 veces por semana acciones tales como: despertar de forma abrupta, movimientos repetitivos o incontrolables, llanto, falta de independencia o lo que es lo mismo, no poder dormir a solas en su propia cama, entonces acude ante un especialista para que este temor desaparezca y el menor pueda tener una calidad de vida sana.
Marcos Flores.
  • Tu opinión nos interesa dejanos tu mensaje:

No hay comentarios:

Publicar un comentario